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Cómo recuperarse de los pequeños excesos

Sea cual sea el régimen, en un momento u otro nos encontramos forzosamente con una situación en la que el pequeño exceso es inevitable. Como no es sano prohibírselo todo, cada vez que se presente una ocasión para una fiesta, no dudes en aceptarla y prepararte para ella.

Sí, estás a dieta. No, no eres una ermitaña que deba olvidarse de su vida social.

Una vez hemos dejado claro ese punto, ¿qué hacer cuando te pasas un poco?

Sigue este consejo:

Pon en práctica un sistema de recuperación que consiste en compensar con la siguiente comida el exceso que se ha cometido durante la fiesta.

Si has tomado una cena un tanto extraordinaria una noche, basta con reemplazarla por una de las dos comidas del próximo día o de... la semana próxima por lo siguiente:

- 2 huevos duros (sin la yema)

- 1 yogur con el 0% de materia grasa y sin azúcar

- Todas las hortalizas troceadas y sin aceite o verdura que se quiera y en cantidad suficiente.

La idea aquí es evitar morirse de hambre antes de la siguiente comida.

La clara del huevo te cortará el apetito, las hortalizas troceadas te saciarán y el yogur aumentará el aporte vitamínico de esta mini-comida.

No dudes en hacerlo tantas veces como quieras e incluso puedes utilizar este método para anticiparte a los excesos que se puedan prever: el cumpleaños del tito Pablo el viernes por la noche o la salida en familia al restaurante el domingo.

Cuando vayas a tomar comidas «normales» durante un fin de semana, o por ejemplo, cuando preveas que lo vayas a hacer, reemplaza durante tres o cuatro días la comida al mediodía por esta comida simplificada, o por la receta de la Galette (otra variante).

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